¿Cómo darte cuenta de que tus herramientas están oxidadas?
A todos nos ha sucedido que al ir en busca de una herramienta nos encontramos con la sorpresa de que estas, presentan manchas de óxido. Sabemos que es óxido porque advertimos que una capa de color rojizo formada en la superficie de las mismas ya sean de hierro u otros metales. Un martillo olvidado fuera de la casa a la intemperie en una noche de lluvia o una mañana soleada, pero húmeda son suficientes para convertir una herramienta brillante en un objeto oxidado.
¿Por qué se oxidan las herramientas de casa?
Usualmente, las herramientas se oxidan por su poco uso, escaso mantenimiento, descuidos al momento de no usarlas o simplemente por conservarlas en lugares inapropiados.
Guardarlas estando húmedas o hacerlo en lugares con humedad durante un tiempo más o menos prolongado, favorece a que se acelere la llegada de la oxidación. Con el transcurso del tiempo, es muy común que algunos objetos metálicos comiencen a oxidarse.
Su uso continuo, si están expuestas a la humedad o al aire libre, hará que se deterioren poco a poco y se reduzca su vida útil. Para que esto no ocurra podemos realizar un mantenimiento preventivo de las herramientas para mantenerlas limpias y protegidas.
¿Cómo prevenir la aparición del óxido en tus herramientas?
Para evitar el metal oxidado de las herramientas lo más importante es llevar a cabo un correcto mantenimiento. El secreto está en limpiarlas inmediatamente después de su uso. Protegerlas de la humedad, guardándolas en lugares seguros, ya sea en cajas u organizadores de metal o plástico, fabricados para tal fin.
¿Cómo eliminar el óxido de tus herramientas?
Tendrás que tener en cuenta que existen varios tipos de óxido. Y además influirá el tiempo transcurrido que llevan las herramientas oxidadas.
Si el óxido lleva poco tiempo y no está incrustado, será posible eliminarlo más fácilmente. Si el óxido está ya extendido sobre toda la herramienta o está corroída (se ha comido la capa de pintura y el metal) llevará más tiempo quitar el óxido.
Aquí te dejamos 5 trucos que no te fallaran a la hora de limpiar el óxido de tus herramientas:
1 - Si necesitas hacer una limpieza intensiva de las superficies contaminadas por el óxido, te aconsejamos utilizar INOX CLEAN LIMPIADOR DE ACERO INOXIDABLE.
Limpia químicamente sin usar abrasión. Es biodegradable. No mancha el acero, restaurándolo y dejándolo como nuevo, por lo tanto, el funcionamiento del producto es muy efectivo para eliminar el óxido. Está compuesto por: 5 - 15 % ácido fosfórico; 10 - 30% ácido cítrico.
El óxido y otros contaminantes se van con el uso de INOX CLEAN LIMPIADOR DE ACERO INOXIDABLE. Se aplica con brocha y se retira en 12 a 24 horas con agua. Para utilizarlo es necesario, tomar la precaución de utilizar guantes, prendas, gafas y máscara de protección. No mancha ni es tóxico.
2 - Otro producto novedoso para quienes no desean usar limpiadores inflamables, es el removedor de óxido RUSTOFF, permite limpiar grasa e incrustaciones en metales y maquinarias. Abrillantar el aluminio y el acero inoxidable. Puede ser usado en interiores y exteriores sin peligro.
Este producto ataca la estructura molecular de la suciedad, no el material. Se puede encontrar por galón o spray.
3 - Jugo de limón y sal: Ideal para esas manchas de óxido no tan difíciles ni viejas. Tienes que cubrir generosamente el área oxidada con una capa de sal, cortar un limón por la mitad y exprimir el jugo sobre la sal. Tienes que dejar que la mezcla se asiente y luego restregar el óxido con un trozo de la cáscara del limón. La ventaja es que es un método mínimamente abrasivo.
4- Bicarbonato de sodio: es un método verdaderamente simple en el que empleamos un ingrediente común que tú puedes tener en la cocina de casa.
Quizá tenga como desventajas el que tomará una hora antes de que realmente puedas comenzar a eliminar el óxido de la superficie oxidada. Y siempre debes combinarlo con la utilización de lana de acero o estropajo.
5 - Vinagre blanco: es ideal para manchas de óxido significativas, que tengas en herramientas o elementos que son de acero y que puedas sumergir sin comprometer la integridad de otros materiales o superficies.
Por un lado, es un método que casi no requiere esfuerzo, solo tienes que sumergir el objeto y dejarlo a tratar durante la noche, pero por otro lado, esto mismo hará que lleve un poco más de tiempo obtener resultados.