¿Cómo usar una soldadora?

¿Quieres soldar? ¿Sabes cómo usar una soldadora? Para trabajar tanto en el ámbito industrial como en el hogareño primero hay que conocer sobre las soldaduras. Si nos remontamos a miles de años atrás, vamos a encontrar igualmente procesos de soldadura. Solo que con el tiempo estos se fueron perfeccionando y hoy en día es muy simple realizarlos con una soldadora o máquina de soldar. 


La soldadora es la herramienta que se utiliza para la fijación de materiales (soldadura). La unión de estos se logra gracias a la fundición de ambos materiales o con un material de aporte que, mientras se funde, se coloca entre las piezas que se quieren soldar y cuándo se enfría se convierte en una unión fija y resistente. 

Si estás buscando conocer cómo emplear una soldadora, en este post te contamos paso a paso sobre los procedimientos y consejos que tienes que saber para lograr tu proyecto con éxito. 


¿Qué tipos de soldadura existen?

Para comprender el proceso de soldado debes saber que entre los tipos de soldadura hay 3 que se destacan por su importancia: 

Soldadura por arco

Entre todos los tipos de soldadura, la más sencilla de usar es esta, ya que usa una fuente de energía eléctrica que permite derretir los metales. Dentro de este tipo de soldadura, podemos destacar tanto la soldadura MIG como TIG.

La soldadura MIG es un proceso que emplea una alimentación continua de alambre como electrodo y una mezcla de gas inerte o semi-inerte para proteger la soldadura, ideal para unir aceros suaves, aceros inoxidables y aluminio. Cabe destacar que la soldadura MIG no es muy recomendable al aire libre al requerir la aplicación de un gas. 

En el caso de la soldadura TIG es un proceso que utiliza un electrodo permanente de tungsteno, lo que permite obtener cordones de gran resistencia menos sensibles a corrosión.

Soldadura por gas

El tipo de soldadura por gas es usado para unir materiales metálicos como el cobre o aluminio. Entre sus principales ventajas destaca el bajo costo y la facilidad para movilizar el equipo de trabajo, sin embargo, los materiales requieren de mayor tiempo para poder enfriarse.

Soldadura por láser

A pesar de ser un proceso que en un principio es más costoso, a la larga es muy sencillo de automatizar. No obstante, estos son propensos al agrietamiento térmico cuando los materiales se exponen a cambios de temperatura muy extremos.

 

Pasos para realizar una soldadura por arco exitosa

1 Reúne las herramientas y los materiales que necesitarás para comenzar a soldar. Estos son: la soldadora, los electrodos, los cables con sus pinzas y el metal a soldar.

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2 Prepara un área de trabajo segura, preferiblemente con una mesa hecha de acero u otro material no inflamable.

3 Prepara el metal para ser soldado. Si el metal consiste en dos piezas que han de ser unidas por soldadura, necesitarás prepararlas limando un borde en forma de bisel en los lados que se unirán. Esto permite suficiente “penetración” al arco de soldado para derretir ambos lados y fundirlos juntos para que el material de soldadura rellene la unión y suelde las piezas de verdad, en lugar de solo “pegarlas”. Al menos deberás quitar cualquier pintura, grasa, óxido u otros contaminantes para que trabajes sobre una superficie bien limpia y realizar una soldadura de calidad.

4 Une con pinzas las piezas de metal para que estén bien sujetas, si es necesario. Pinzas de presión tipo “sargento” o tenazas de cierre suelen funcionar bien para esto. Para proyectos especiales, deberás encontrar las técnicas apropiadas que se adapten a las piezas para asegurarte de que se mantienen en la posición correcta mientras las unes con la soldadura.

5 Coloca la pinza de masa a la pieza más grande que vayas a soldar. Asegúrate de que quede en un lugar limpio para que se complete el circuito eléctrico con la mínima resistencia posible en el punto de masa. De nuevo, si hay óxido o pintura, límpialo para que no interfiera en el flujo eléctrico y se produzca el arco con mayor facilidad cuando empieces a soldar. 

6 Selecciona la varilla y el rango de amperaje correctos para el trabajo que vas a realizar. Como ejemplo, una plancha de acero de 6, 35 mm (¼ de pulgada) puede ser soldada apropiadamente usando un electrodo E6011 de 3,20 cm (1/8 de pulgada) y entre 80 y 100 amperios. Coloca el electrodo en su pinza, porta electrodos asegurándote de que la parte conductora de la pinza haga buen contacto con la zona al principio de la varilla que no tiene aislante.

7 Sujeta el portaelectrodo con tu mano más hábil por el mango aislado, con la varilla en una posición que te permita maniobrar sobre el metal a soldar de la forma más natural posible. Ponte la máscara de soldar arriba, solo lo justo como para ver que el electrodo está a unos cuantos centímetros de la pieza donde vas a soldar, preparado para voltear la máscara hacia abajo y proteger tus ojos. 

8 Selecciona el punto donde deseas empezar tu soldadura. Posiciona la punta del electrodo cerca de él, y ponte la máscara en posición baja. Al momento de “golpear” la pieza metálica se completará el circuito eléctrico, entonces instantáneamente tira del electrodo hacia atrás un poquito, para crear el arco eléctrico entre la punta del electrodo y el metal que se suelda. Otra manera de generar el arco es como encender una cerilla o fósforo. El minúsculo vacío del arco, o espacio de aire, crea una gran resistencia en el circuito eléctrico, que es lo que produce el plasma o llama de arco y el calor necesario para licuar el electrodo y el metal adyacente al área de soldadura.

9 Acerca el electrodo a la superficie del metal, tirando hacia atrás de él suavemente cuando veas que se produce el arco. Esto requiere bastante práctica, ya que diferentes diámetros de electrodos y amperajes producirán el arco a una distancia diferente entre el electrodo y la pieza, pero si eres capaz de mantener el espacio apropiado se producirá un arco continuo. Lo normal es que el espacio del arco no sea mayor que el diámetro del electrodo. Practica, mantener el arco sujetando el electrodo a 0,95 mm (3/8 de pulgada) de la pieza, luego comienza a moverlo sobre la zona que quieres unir por soldadura. Mientras mueves el electrodo, el metal se irá derritiendo, rellenando el espacio con metal fundido y construyendo tu soldadura.

10 Practica las “pasadas” sobre la zona de soldadura con el electrodo hasta que puedas mantener un arco consistente. Muévelo a una velocidad constante y en línea con el camino que vas a soldar. Cuando domines el control del arco, empieza a unir o realizar el hilo de soldadura. Este es el depósito de metal que une las dos piezas que se sueldan juntas. La técnica que uses para unir dependerá de la anchura del espacio entre las piezas, ya que hay que rellenarlo, y de lo profundo que desees que la soldadura penetre. Cuanto más despacio muevas el electrodo, más profundidad alcanzará la soldadura sobre el metal de las piezas. Para rellenar un paso ancho, cuanto más zigzaguees u ondules con la punta del electrodo, mayor será la anchura del camino de soldadura.

11 Mantén estable el arco mientras te mueves sobre la soldadura que estás haciendo. Si el electrodo se pega al metal, da un tirón para liberar la varilla de la pinza o del metal soldado. Si el arco se pierde porque pones el electrodo muy lejos de la superficie del metal, detén el proceso. Luego, limpia la escoria del punto que estés soldando para continuar produciendo el arco a partir de allí, así no habrá escoria que contamine tu hilo o camino de soldadura desde el punto en que perdiste el arco. Nunca dejes algo de escoria donde comienzas a soldar de nuevo porque la soldadura quedaría con burbujas, débil y sucia.

12 Practica mover el electrodo con un movimiento amplio como de zigzag para crear una soldadura más ancha. Esto te permitirá rellenar más soldadura de una sola pasada, dejando una soldadura más limpia y en mejor estado. El electrodo se mueve de lado a lado como si pintaras a través del camino de la soldadura o como si hicieras formas de 8.

13 Ajusta el amperaje de salida de tu soldadora para que se adapte al material que estés soldando y a la penetración deseada del arco. Si te das cuenta de que la soldadura ha quedado hundida, con cráteres a los lados del hilo de soldadura, o el metal adyacente simplemente se ha derretido o quemado, ve reduciendo paulatinamente el amperaje hasta que se corrija la situación. Si, por otro lado, tienes dificultades para generar o mantener el arco, tal vez necesites incrementar el amperaje.

14 Limpia tu soldadura cuando hayas terminado. Después de acabar de soldar, quita la escoria y limpia tu soldadura, para que la pintura agarre mejor. Lima la superficie y cepíllala con cepillo de alambres para quitar cualquier material de encima. Una soldadura limpia, especialmente después de ser aplanada, es más fácil de examinar para comprobar si ha quedado sin burbujas, espacios o cualquier otro defecto.


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